El desarrollo de tu hijo
A medida que tu bebé ha ido creciendo, su destreza ha aumentado, pero el camino que ha de recorrer hasta estar en condiciones de sacar el máximo partido de la habilidad manual es muy largo.
Según vaya evolucionando su habilidad, será capaz de llevar acabo acciones más complejas. Desde la simple acción de agarrar un objeto progresará hasta llegar a meter un objeto dentro de un recipiente, aunque para que consiga sacarlo de su interior tendrá que esforzarse bastante más.
Aprender a dar unos pasos e incluso a caminar será indudablemente uno de sus máximos logros que alcanzará tu pequeño durante su segundo año de vida. Su capacidad de desplazarse por sus propios medios es una gran conquista para el pequeño. Ahora será capaz de ir a buscar el juguete que desea aunque se encuentre en el otro extremo de la habitación.
Decidir y actuar sin ayuda implica un riesgo para tu hijo; equivocarse, perder el equilibrio, tropezar, hallarse de repente sin el contacto directo contigo o de papá puede ocasionar temor. La mejor manera de que le ayudes no es sobreprotegiéndolo, no permitiendo que se suelte de tu mano, sino que lo alientes para que poco a poco vaya adquiriendo confianza en sus propias posibilidades.
Antes de iniciar su segundo año de vida, el modo de inspeccionar el mundo del pequeño consistía en tomar los objetos, metérselos a la boca y soltarlos. Ahora, cuando toma algo, el pequeño tiene un propósito: aprender todo lo que pueda sobre ello. Apretando, tirando o chupando un objeto, el pequeño dará los primeros pasos hacia la asimilación de conceptos abstractos y de las propiedades físicas del mundo que lo rodea.
Sabias que….
- Ver un objeto y asirlo es una acción aparentemente muy sencilla. Sin embargo, para un pequeño representa un auténtico desafío que pone a prueba la que quizá sea su principal virtud: la perseverancia.
- Cada dos o tres meses deberás comprobar que la longitud del pie de tu pequeño se ajusta a la talla que está usando y si notas que el zapato le viene justo deberás renovarlo inmediatamente.
- Cuando un pequeño de dos años construye un puente con dos piezas, por ejemplo, aprende que éstas tienen que tener la misma altura para que el puente no se vaya a caer. Así aprende el concepto de igualdad y descubrirá qué ocurre si las piezas son iguales y qué pasa si no lo son.